Vuestros hij@s, cuando llegan a casa después del colegio necesitan realizar el trabajo individual para aprender, consolidar y afianzar los conocimientos que ha adquirido en clase. Los niños necesitan ayuda para aprender a usar y organizar su agenda escolar. A un padre o una madre, persona adulta y con experiencia para organizarse, le puede parecer que ser concreto y preciso para apuntar los deberes en la agenda es algo grabado en los genes y que, por lo tanto, no necesita aprenderse. Sin embargo no es así. Tener capacidad de organización es una cualidad muy valorada en el mundo profesional, precisamente porque es un bien escaso.
Hay niños con más tendencia natural hacia la organización que otros. Posiblemente, sólo con las orientaciones que el profesor dé en clase sea suficiente para algunos de ellos. Pero también tenemos que acordarnos de aquellos que se fían de su memoria y de su falso optimismo y que se dicen "ya me acordaré". La realidad es que no se acuerdan, y aunque parezca mentira, día tras día se repiten la misma frase y vuelven a caer en el mismo error. Estos niños necesitan la ayuda paciente, cariñosa y organizada de los padres y educadores.
La agenda es el vehículo de comunicación diaria entre padres, alumnos y profesores. Los alumnos anotarán en ella las tareas y estudios diarios y aparte, el Colegio comentará, a través de ella, de forma individualizada, los problemas o avances en la marcha escolar del alumno.
¿Cómo pueden ayudarle los padres a organizar su agenda?
- Los padres deben realizar un seguimiento de las tareas escolares en casa.
- Deberán revisar y controlar el trabajo de sus hijos y realizar un seguimiento de las tareas que llevan cada día.
- Deben firmar diariamente las anotaciones de los deberes y trabajos del alumno o los comentarios de profesores y tutores.
- Deben cambiar impresiones frecuentemente con el tutor.
- Deben estar atentos a los posibles problemas y dificultades que surjan en la vida de sus hijos.
- Deben conversar con los hijos sobre la marcha en el colegio, tanto lo positivo como lo negativo; y escuchar también la opinión del profesorado.
- La agenda tiene un papel fundamental, pues sirve de comunicación entre nosotros, los padres, y los tutores. Esta comunicación no debe ni puede limitarse a apuntar exclusivamente quejas del niño. La agenda nunca se puede concebir como un rosario de notas acerca de los defectos y malas conductas de nuestro hijo. Todos los niños, insisto en lo de todos, hacen cosas que están bien. Y si los padres notificamos un día que "hoy Juanito no ha hecho los deberes porque no ha querido", otro día también debemos apuntar que "hoy Juanito se ha esforzado". Si nos limitamos a las cosas negativas, la agenda, en vez de ser una valiosa herramienta de educación, puede convertirse en un instrumento odiado por el niño que sólo le humilla y le deteriora la autoestima.
- Deben ayudar a sus hijos a crear hábitos de limpieza y orden en la agenda. A veces, la agenda toma unos tintes un poco extraños, porque los alumnos gozan de ilustrar su propia agenda o la de sus amigos para "comunicarse" entre ellos con dibujos y frases poco adecuadas. Es su manera de afirmar su identidad. Es imprescindible hablar con él o ella. Tenemos unas formas de hacer que ayudan a ser cada día más persona y más adulto responsable. Es conveniente que le expliquemos la importancia de respetar su material escolar.
- Deben ayudar a crear hábitos de trabajo adecuado. Durante la realización de tareas y/o estudio, van a favorecer un ambiente de trabajo adecuado: silencio, en el que no se pasen llamadas de teléfono, ni se les mande a hacer alguna actividad del hogar.
- Y además de deberes, pueden solicitar entrevistas con el tutor o comentar lo que crean necesario, así como justificar ausencias, retrasos o salidas en horario escolar.
- La agenda avisará de las visitas o actos culturales en los que debe participar el alumno.
Con frecuencia ocurre que los niños llegan a casa y terminan su trabajo en un plis-plas, porque cuando abren su agenda y buscan la página de la fecha del día se encuentran una palabra o dos que, escuetamente, dice: Lengua y Mates. Otras veces apuntan: ejercicios 2 y 3. Quizás durante la educación primaria, como los ejercicios suelen ser para el día siguiente, puede que se acuerde de a lo qué se refiere exactamente, pero cuando el niño vaya al instituto, la diversidad de materias, profesorado, cantidad de contenidos… se va a ir complicando y es recomendable que empiece a trabajar la organización desde la educación primaria. (pidiéndoles que nos ayuden a preparar listas de compra, del supermercado, de un libro, de un bote de pintura, etc. es un buen recurso para que vean la necesidad de organizarse bien y de que anote con precisión: asignatura, tema, página, ejercicios concretos, y aquello que exactamente ha de estudiar: Ciencias Sociales, para el miércoles día 20, ejercicios 2, 3, y 5 de la pág. 25 y aprender el resumen de la página 24. En estos pequeños detalles está el secreto de un buen uso de la agenda para hacer con éxito el trabajo de casa, que incluye tanto la realización de ejercicios como entender y memorizar los contenidos de cada lección.
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